lunes, 29 de diciembre de 2008

Andanzas navideñas

Pues llego el fin de año, y para variar, el blog no se actualiza solito, así que me pongo a trabajar duro para poder traerles un poco y tirar un tanto el espíritu navideño, así que empecemos:

Una vez pasado el Teletón (o Robotón como le dicen algunos amigos)  llega una fiesta que para los mexicanos es muy importante, el dia 12 de Diciembre, el día de la Virgen de Guadalupe, una fiesta que culmina el 11 en la noche para cantarle las mañanitas a la Virgen.

Despúes de esa fecha, comienza una de mis tradiciones favoritas, que son las posadas, inician desde el 16 de Diciembre hasta el 24, en donde se canta en una casa tal y como lo hicieran María y José hace 2008 años segun la tradición, amén de lo divertido de romper la piñata, de lo rico de la fruta o los dulces y el ponche.

Muy lejano queda ya inicios de Noviembre donde el mercantilismo bombardeó con todo lo que tenían, y es que en ciertos lugares, desde el 5 de Nov ya era posible comprar esferas y adornos, en previsión clara a que la temporada la esperaban baja de ventas, y hoy, escribiendo esto el 29 de Diciembre, puedo decir que estaban muy mal en su predicción, porque hoy en día irte a meter a un centro comercial es un modo barato de suicidarte...

En fin, yo en lo personal pude pasar un muy cómodo día en Guadalajara (gracias trabajo mio) así es, el 24 salí de la capital de las 3,000 marchas (según datos del GDF) y regresé a esta el 25 después de un viaje relámpago a Guadalajara para pasar las fiestas (transportación cortesía de Mad Penguin Airlines... digo... Mexicana... jojojo chiste jocoso entre pilotos... de Mexicana!!!!) regresamos a la capital del frío, y ahora ya estamos por aca dando lata.

En fin, todo el choro es para desearles que hayan pasado una feliz navidad y que tengan un excelente año 2009, donde esperemos que el América de México regrese a donde le corresponde!!! a ser campeón de Liga!!!!

martes, 9 de diciembre de 2008

Números en el Teletón

He de decir que personalmente no me agrada el Teletón, perdí la fe en él mas o menos en las 2a. edición, por todo lo que había alrededor, y hoy, 11 teletones después, soy un firme creyente de que ellos enfrentan una gravísima crisis de marca, y hoy me tocó leer, en la columna de Carlos Loret de Mola, conductor del noticiero de la mañana más visto de México, algo que cualquiera con dos dedos de frente se podía haber dado cuenta, las cifras del Teletón:

Carlos Loret de Mola
Historias de un reportero
09 de diciembre de 2008
Lo que no se vio en el Teletón

Un grupo de científicos no duerme las 30 horas del programa. Las lágrimas de Lucero se miden en pesos y cómo coopera el país

Perdida entre camerinos con nombres famosos, entre cientos de personas que corren por los pasillos del foro, sillas de ruedas y el permanente ruido de la producción televisiva más monumental del año, una oficina de 10 metros cuadrados —con un austero cartel en la puerta que dice “Cifra”— es lo menos visto del Teletón. Adentro, un grupo de científicos tampoco duerme las 30 horas que dura el programa. Ahí, el Teletón pierde sentimiento y gana rigor numérico: las lágrimas de Lucero se miden en pesos; los exhortos de Fernando El Chobi Landeros, en depósitos, y se puede establecer si la invitación a donar en favor de los niños con discapacidad hecha por Marco Antonio Regil atrajo más dinero en Nuevo León o en Oaxaca. Los milagros necesitan quién les haga la talacha. Para eso, el Teletón ha creado una estructura que mide todo en hojas de cálculo: cuánto se ha depositado por teléfono, cuánto en sucursales, cuánto por tarjeta de crédito o internet, cuánto por estado, cuánto en el extranjero y cómo se comparan esas cifras con años anteriores.

Así, se pueden ir incorporando a la transmisión en vivo invitaciones focalizadas, basadas en datos, para promover los donativos ahí donde está floja la participación: hay que hacer un llamado a los ricos porque van 35% abajo las tarjetas de crédito, diles a los yucatecos que están aportando la mitad que el año pasado, una sucursal de Coahuila lleva media hora sin recibir nada. La presión por no llegar a la meta que se exhibe al aire tiene sustento matemático: una gráfica muestra minuto a minuto el comparativo del monto recaudado en el año con el inmediato anterior.

No es casualidad qué casos se presentan. Ni siquiera el horario en el que aparecen. Está medido que México coopera más cuando percibe que en el caso que se expone hay esperanza de recuperación y la obra del Teletón ha rendido frutos. La gente se solidariza más cuando el niño con discapacidad es elocuente que si los elocuentes son sus padres. Los más prometedores van al prime time.

Se planea hasta qué conductor presentará cada historia: si una niña se llama Lucero, quién más sino su tocaya famosa. Con base en perfiles y oficios se asignan a cada conductor los expedientes con los que puedan motivar la generosidad. Cada uno conoce con semanas de anticipación las historias de los niños y familias que entrevistará, se organizan convivencias para “romper el hielo” y cada presentador es informado de un índice que cuantifica el promedio de lo que recaudó por cada persona que estaba viendo la tele cuando salió al aire la historia a su cargo. Mucho, mucho más allá de las emociones del Teletón, hay una fundación que asume con responsabilidad científica la oportunidad de tener 30 horas de televisión para juntar dinero en favor de su causa para dar atención de primer mundo al mayor número de niños con discapacidad que se pueda. Y eso no se ve, pero sí se siente.

Vaya esto no como una crítica, o para aquellas personas que no saben como se eligen los casos, o como se estructura, yo sigo en mi idea de que el Teletón es un excelente pretexto para deducir im puestos, y nada más, y también que la desconfianza de la gente es enorme y cada vez crece más, o el hecho de ese rumorcito que la razón social de los CRIT's es Televisa, S.A., vaya, son cada vez más y más rumores que comienzan a presionar a un cada vez más devaluado evento, tanto que desde hace un par de años, ya no usan el Estadio Azteca para el cierre, sino que ya mejor se mueven al Auditorio Nacional, señal inequívoca de que la cantidad de gente que asiste al cierre ha disminuido, lo cual no puede sino confirmar que la gente tiene una crisis de fe en la marca, ya no son lo leales que eran, y ese es el punto más fuerte a combatir en los siguientes años, queda en la gente de ventas de Televisa y en su poderoso departamento de mercadotecnia el hecho de lograr que ese consumidor que era cautivo, vuelva a serlo, aunque la márca empieza a entrar a la madurez (nota mental, explicar el ciclo de marca)